Rosario del Olmo pertenece a la generación de mujeres que en las primeras décadas del siglo XX creyó que en España se abría un futuro esperanzador para ellas y para la sociedad toda. A la misma generación que sufrió en carne propia las consecuencias del triunfo de los rebeldes militares y del trágico retroceso que supuso la dictadura, especialmente para las mujeres.
Rosario hizo algunos pinitos como actriz de teatro pero pronto se decantó por el periodismo. Mediada la década de los años 20 la encontramos colaborando en lo que se consideraban revistas para mujeres. Con la llegada de la República empezó a trabajar en el diario Libertad. Durante la guerra civil trabajó en la Oficina de Prensa Extranjera, que llegó a dirigir tras la dimisión de Arturo Barea. Coordinaba a los periodistas extranjeros al tiempo que controlaba la censura. Afiliada al Partido Comunista, fue miembro de la Alianza de Escritores Revolucionarios. Participó en actividades relacionadas con el arte junto a María Teresa León, Delhy Tejero o Rosa Chacel. Acabada la guerra fue encarcelada. No volvió a ejercer el periodismo.

Especializada en temas culturales, a finales del año 1932 Rosario del Olmo había entrevistado al poeta Antonio Machado en el Café de las Salesas, donde el escritor participaba en una tertulia. El fotógrafo Alfonso Sánchez (Alfonso) plasmó el momento y la foto se publicó en el periódico Libertad el 12 de enero de 1933. Fue la única oportunidad en que la imagen de Rosario apareció porque a partir de entonces la foto pasó a ser exclusivamente el retrato de Antonio Machado. Alfonso ya era un profesional acreditado, que había retratado a Baroja, García Lorca o Valle Inclán. El retrato del poeta, apoyado en su bastón, con el reflejo del camarero Braulio en los espejos, sería uno de los más reproducidos del escritor. Sorprendentemente, de aquel instante había desaparecido, borrada, Rosario del Olmo.
En 1992 el Ministerio de Cultura compró el archivo del estudio fotográfico de Alfonso. Entre los negativos apareció el de aquella entrevista. Así es como pudo recuperarse la imagen de Rosario del Olmo, mujer comprometida, periodista. No sabemos cuántas mujeres más han sido borradas del relato oficial para destacar la imagen del hombre, o, simplemente, ni siquiera han sido fotografiadas por ser invisibles a los ojos de ellos, los que decidían sobre la imagen y el relato.