Raisa Calza fue arqueóloga, historiadora de arte, actriz y bailarina ucraniana. Se casó en primer lugar con George Krol, director y guionista ruso y con él se dedica a la danza, pero en 1924 se enamoró de Giorgio de Chirico, abandonó el baile y estudió arqueología. Posó para De Chirico en varios de sus cuadros. La historia acabó mal. Se casaron en 1930 cuando su relación ya estaba en crisis. A finales de ese año el pintor se enamora de otra mujer y abandona a Raisa, a quien ni siquiera menciona en sus memorias.
Ella se volcará en la arquitectura especializándose en la escultura de Ostia, donde conocerá a quien en 1945 se convertiría en su tercer marido, Guido Calza, que murió un año más tarde. Fue perseguida por ser judía pero después de la guerra fue reconocida y premiada como experta en arte romano, publicando diversos estudios sobre la materia.