Mary Shelley (Londres, 30 de agosto de 1797-Londres, 1 de febrero de 1851) era hija de la escritora y filósofa Mary Wollstonecraft, quien murió al nacer ella, y del político y filósofo Willian Godwin. Godwin se hizo cargo de las dos hijas de su esposa, Mary y Fanny Imlay, pero tiempo después estaba tan desbordado por las deudas y las responsabilidades que buscó una mujer que se hiciera cargo de las niñas. Se casó con Mary Jane Clairmont, que aportó otros dos hijos al matrimonio: Charles y Claire. Mary creció en un ambiente liberal, rodeada de intelectuales y alimentada con la lectura de las obras de sus padres y libros de historia clásica. Una educación poco convencional para una niña que manifestaba un gran afán de saber. Las tres niñas tuteladas por Godwin acabarían convirtiéndose, por su propia vida o por su obra, en la expresión del Romanticismo.
En 1812, Mary pasó una temporada en Escocia con la familia del político radical Wiliam Baxter. Años más tarde confesaría que fue allí donde nacieron sus primeras ideas genuinas y los primeros vuelos de su imaginación. Tenía 17 años cuando inició una relación amorosa con uno de los escritores del círculo de su padre: Percy Bysshe Shelley, de 22 años, escritor, que estaba casado con Harriet Westbrook y tenía dos hijos. Mary veía en Percy la representación de las ideas políticas de su padre, quien había escrito que el matrimonio era un “monopolio represivo”. Pero Godwin, tratando de proteger el buen nombre de su hija, se opuso radicalmente a esta relación por lo que la pareja se escapó en secreto, emprendiendo un viaje por Europa, en el que los acompañó Claire, la hermanastra. Empezaba así una vida turbulenta en la que se mezcla una curiosa promiscuidad sentimental e intelectual, depresiones, suicidios, embarazos, fallecimientos y una notable actividad literaria.

Cuando, en 1814, la pareja vuelve a Londres Mary estaba embarazada de una niña que nacería prematuramente en febrero de 1815 y moriría un mes después. Fueron unos años difíciles para ella por la irregularidad de su situación, muy mal vista por la sociedad londinense, la precariedad económica y la inestabilidad sentimental de la pareja, pues en el ínterin Percy, además de coquetear con Claire Clairmont, tuvo otro hijo con su esposa. También Mary tuvo otro hijo en enero de 1816, al que puso el nombre de su padre, William.
En mayo de ese año la pareja con su hijo y Claire Clairmont viajan a Francia para pasar el verano con Lord Byron, de quien Claire estaba embarazada. A Byron lo acompañaba su médico y secretario, John Polidori. El grupo dedicó las vacaciones a navegar por el lago Leman, escribir, leer y charlar sobre asuntos tan queridos por el romanticismo como los seres sobrenaturales o la posibilidad de reanimar la materia muerta. En ese ambiente y en una noche de tormenta, Byron propuso que cada miembro del grupo escribiera una historia fantástica y de terror.
Mary contaría que tuvo la inspiración de su Frankenstein en un sueño. “Vi al horrible fantasma de un hombre extendido y que luego, tras la obra de algún motor poderoso, este cobraba vida y se ponía de pie”. Concebido inicialmente como relato corto, ayudada por Percy fue ampliándolo hasta completar la novela Frankenstein o el Moderno Prometeo, que se publicó en 1818 sin identificar a su autora, prologada por Percy y dedicada a William Godwin. Los lectores interpretaron que Percy era el autor.
Frankenstein retoma el mito del hombre capaz de dar vida a un ser nuevo, don reservado a los dioses, desde un punto de vista original. Victor Frankenstein no utiliza las fuerzas espirituales o religiosas sino la investigación científica, construyendo su criatura a partir de restos de seres muertos. Mary Shelley retoma también la cuestión de la bondad intrínseca del individuo, al que solo la ruindad de la sociedad es capaz de inducir a la maldad. William Godwin calificó a Frankenstein como “el trabajo más maravilloso que se haya escrito en veinte años”.
Mary consideraría el verano de 1816 como el paso de la infancia a la vida real. En septiembre volvieron a Londres, donde vivieron unos meses dramáticos. En octubre se suicidó Fanny Imlay, la hermana de Mary, y en diciembre Harriet, la mujer de Percy. Poco después, Mary y Percy se casaban para conseguir la custodia de los hijos de él. Con esta boda, Mary se reconcilió con su padre. En enero de 1817 nacía la hija de Claire y Byron, Alba-Allegra, que moriría de tifus en el verano de 1822, y en septiembre, Mary daba a luz una niña, Clara.
A finales de 1817, Mary publicaba el diario del viaje realizado en 1814: Historia de una excursión de seis semanas. Agobiados por las deudas, en 1818 la pareja se trasladó a Italia, acompañados de Claire y Allegra, que pensaban encontrarse con Byron, para reclamarle que se hiciera cargo del mantenimiento de su hija. Allí se reunieron con otros amigos, convirtiéndose en una especie de comuna itinerante, dedicados a leer y escribir, en un complejo cruce de cortejos. Percy mantuvo fugaces relaciones con algunas mujeres del grupo y también Mary se sintió atraída por Alexandros Mavrokordatos, un revolucionario griego. Entre septiembre de 1818 y junio de 1819 murieron sus dos hijos, lo que la sumió en una depresión. Solo el nacimiento de su cuarto hijo, Percy Florence, y la escritura le proporcionaron algún consuelo. A ese tiempo corresponde su novela autobiográfica Mathilda, la histórica Valperga y las piezas teatrales Properine y Midas. Pese a todo, Mary recordaría Italia como un paraíso.
En el verano de 1822, se trasladan a Lerici, en la costa mediterránea al norte de Italia, donde ella sufre un aborto. El 8 de julio Percy y otros amigos naufragaron cuando volvían barco de un viaje a Liborno. Sus cuerpos aparecieron en la costa toscana de Viareggio. Byron mandó incinerar el cadáver de Shelley allí mismo. En un gesto romántico, tan propio de sus vidas, Mary guardó el corazón y las cenizas de su marido. Pese a la inestabilidad de sus relaciones, reconoció que Percy siempre le había alentado a “obtener reputación en el ámbito literario”.
En julio de 1823 volvió a Inglaterra. Vivió con estrecheces, dedicada al cuidado de su hijo y a dar a conocer los poemas de su marido, contra la opinión de la familia de Shelley, que nunca la aceptó. El 1826 escribió una nueva novela –El último hombre– y colaboró con otros amigos en la redacción de las memorias de Shelley y Byron. Escribió y editó novelas, biografías de figuras célebres – Vidas de los Científicos y Escritores más Eminentes– y artículos para revistas. Cuando en 1836 falleció su padre, Mary se había ganado el reconocimiento como escritora. Tuvo relaciones amistosas y/o sentimentales con Washington Irving y Próspero Merimée.
Su hijo Percy Florence, el único que sobrevivió, estudió en la universidad de Cambridge, especializándose en política y derecho. Al terminar sus estudios, volvió a vivir con ella. Entre 1840 y 1843 ambos viajaron por Europa, en compañía de amigos universitarios del hijo, recogiendo la experiencia en nuevas publicaciones. Por si no hubiera vivido emociones suficientes, Mary sufrió en estos años varios intentos de chantaje relacionados con su correspondencia o con la de Shelley, de los que salió sin gran quebranto. Cuando el hijo se casó con Jane Gibson St. John, Mary se trasladó a vivir con ellos en la finca de los Shelley en Londres.
En sus últimos años padeció frecuentes enfermedades que le impedían leer o escribir. Tras una vida intensa, falleció el 1 de febrero de 1851, aquejada de un tumor cerebral. Fue enterrada en la iglesia de Saint Peter en Bournemouth, Londres.
Mary Shelley consiguió el reconocimiento de sus contemporáneos pero a su muerte su recuerdo se limitó a la autoría de Frankenstein, cada vez más sepultada por la fama de su marido y la de sus padres. Quizá recordando lo sucedido con la biografía de su abuela, publicada por William Godwin, que causó el descrédito de Mary Wollstonecraft, Percy Florence censuró algunos datos biográficos de su madre con el propósito de suavizar los detalles más conflictivos de una vida, harto complicada. Solo en los últimos años Mary es reconocida como una autora con voz propia e independiente, una gran figura del romanticismo, creadora de un personaje devenido en clásico.
Obras: Frankenstein, Historia de una excursión de seis semanas, Mathilda, Valperga, Properine, Midas, El último hombre, Vidas de los Científicos y Escritores más Eminentes
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Mary_Shelley, http://mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=shelley-mary. Fotos: Wikipedia