María Purificación Ugarte (Segovia, 22 de febrero de 1914-Santo Domingo, República Dominicana, 4 de marzo de 2011) conocida como María Ugarte, es una historiadora, escritora y periodista, la demostración de la enorme pérdida cultural que supuso el exilio republicano, equiparable al retroceso que la dictadura supuso para los derechos de las mujeres.
María era la segunda de los siete hijos habidos en el matrimonio formado por Jerónimo Ugarte, oficial de artillería, y Carmen España. Estudió el bachillerato en Segovia, donde conoció a Antonio Machado. Ya en Madrid, en 1933 se licenció en Historia con premio extraordinario. Ese mismo año participó en el Crucero Universitario por el Mediterráneo, organizado por la Facultad de Filosofía y Letras a iniciativa de Manuel García Morente, su rector.
En aquel legendario crucero, a bordo del buque Ciudad de Cádiz se embarcaron dos centenares de personas, alumnos de distintas facultades, profesores y figuras de la vida artística y cultural española, quienes durante los meses de junio y julio recorrieron los yacimientos arqueológicos del Mediterráneo. Se trataba de un ensayo docente novedoso, en la práctica supuso el fermento de un proceso de renovación cultural que, lamentablemente, frustró el levantamiento militar. El sueño de una generación, como escribirían ya en el siglo XXI Francisco Gracia y Josep M. Fullola.
Allí estaban los estudiantes Salvador Espriu, Fernando Chueca, Luis Díez del Corral, María Luisa Galván, Isabel García Lorca, Esmeralda Gijón, María Luisa Herrera, Julián Marías, Laura de los Ríos Giner, Soledad Ortega Spottorno, Juana Quílez, Luis Rodríguez de Viguri, Antonio Tovar, María Luisa Vázquez de Parga, Jaime Vivens, la propia María y un largo etcétera, junto a los profesores Juan Zaragüeta y Beongoechea, Elías Tormo, Blas Taracena, Hugo Obermaier, Felipe Niño, Gregorio Marañón, Enrique Lafuente Ferrari, Antonio García Bellido, Mercedes Gaibros, Joaquín de Entrambasaguas, Guillermo Díaz-Plaja. Pocas veces podría aplicarse con tal propiedad que en el buque navegaba la crema de la intelectualidad nacional presente y futura, la Edad de Plata de la cultura española.
Entre 1934 y 1936 María impartió clases de Historia Contemporánea en la nueva Ciudad Universitaria, como ayudante del profesor Pío Zabala. En 1936 se casa con Constant Brusiloff, lector de ruso en la misma Facultad de Filosofía y Letras, con quien tendría a su única hija, Carmenchu. Terminada la guerra, duda entre permanecer o exiliarse; en 1940 llega a República Dominicana, donde desarrollará la mayor parte de su actividad.
No le fue fácil abrirse camino en el país de adopción. Empezó dando clases de español, trabajó como periodista de sucesos, impartió un curso de Archivística en la Universidad de Santo Domingo hasta que en 1944 fue designada como jefa de la División de Archivos, Bibliotecas y Mapoteca de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores y directora del Boletín del Archivo General de la Nación, lo que le permitió descubrir un gran fondo documental de la época colonial.
En 1945 se divorcia de Brusiloff y en 1956 se casa con José Antonio Jiménez Álvarez, de quien enviudaría en 1966. Entonces vuelve al periodismo en el diario El Caribe donde permanece hasta el año 2000 como directora del suplemento cultural. Durante décadas se dedicó a la revalorización del patrimonio artístico y a la promoción de la creación cultural del país. Ella misma escribiría infinidad de artículos y varios libros sobre historia y el arte dominicanos que le valdrán numerosos premios, las máximas distinciones honoríficas y la admisión en sus Academias de Historia y de Ciencias. Está considerada como una de las grandes intelectuales de este periodo en República Dominicana y como la creadora del periodismo cultural en el país. En 2006 recibió el Premio Nacional de Literatura “por su decisiva contribución a la cultura dominicana en los campos de la literatura, la crítica literaria, el periodismo y la investigación histórica”. España esperó al año 1986 para concederle la Orden del Mérito Civil en grado de Comendador. Murió el 4 de marzo de 2011. La cultura está de luto, fallece la escritora María Ugarte, escribió el Diario Libre al día siguiente. En España su nombre seguía siendo ignorado.