Margarita (Angulema, 11 de abril de 1492-Odos, 21 de diciembre de1549) nació en una familia noble y culta. Enseguida destacó por sus cualidades personales y por sus aficiones culturales. Fue por delante de su tiempo y nos dejó un ejemplo de su brillantez y de su agudeza intelectual: el Heptamerón, una versión femenina del Decamerón.
Hija de Carlos de Orleans y de Luisa de Saboya, mujer esta también de gran valía. Huérfana de padre a los cuatro años, quedó entonces bajo la tutela de Luis de Valois, que poco después sería rey de Francia. Ella y su hermano Francisco, quien había de ser rey de Francia, fueron educados por los mejores tutores del momento, siempre bajo la supervisión de su madre. Aprendieron español, italiano y latín.
Cuando Margarita tenía diez años su madre trató de prometerla al heredero inglés, pero la propuesta fue rechazada. Entonces fue prometida a Gastón de Foix, candidato favorito de la novia, pero el novio murió antes del matrimonio. Tenía 17 años cuando casó con el duque de Alençon, Carlos IV de Valois. Fue un matrimonio impuesto en el que ninguno de los dos fue feliz.
En 1515 murió Luis XII sin descendencia, momento en que su hermano Francisco fue elegido rey de Francia, lo que la situó en una posición de privilegio en la corte. Margarita, culta y amante del arte, atrajo en torno suyo una pléyade de artistas e intelectuales.
En 1525 muere el marido de Margarita en la batalla de Pavía y Francisco I es apresado por el vencedor, Carlos I de España. Ese mismo año ella viaja a Madrid, donde está prisionero el rey francés. Interviene decisivamente en la firma del Tratado de Madrid en 1526, por la que los franceses ceden el ducado de Borgoña a los Habsburgo y Francisco I queda en libertad.
Todavía le queda tiempo a Margarita de escribir su primera obra literaria, El diálogo, y de contraer matrimonio de nuevo, ahora con Enrique II de Albret, rey de Navarra, otro matrimonio de conveniencia. La pareja tiene dos hijos: Juana III, que será reina de Navarra, y Juan, que murió a los dos años.
Margarita convirtió la pequeña corte de Pau en un reducto literario, artístico y filosófico como antes había hecho en París. Tuvo notorios enfrentamientos con los académicos de la Sorbona, siempre vigilantes de la ortodoxia católica, consiguiendo salvar de la quema el Gargantúa y Pantagruel de Rabelais, obra que los académicos consideraban herética. En agradecimiento, el escritor le dedicará su libro Tiers livre.
La reina fue también defensora de los luteranos, que ya entonces eran perseguidos, y los ofreció refugio en el pequeño pero independiente reino de Navarra. Calvino y Roussel encontraron allí la protección que necesitaban. Ella misma simpatizaba con los reformistas hasta que fue llamada al orden por su hermano, el rey de Francia.
En 1531 escribe Espejo del alma pecadora. Cuando lo reedita en 1533 la Sorbona lo censuró con el argumento de que se oponía a la religión católica. Hubo de intervenir el rey Francisco I que ordenó al rector anular la prohibición. Todavía escribirá Las prisiones de la Reina de Navarra, donde recopila comentarios filosóficos, teológicos y artísticos que lindaban con el calvinismo.
Pero lo que le hace realmente original y avanzada a su tiempo es su Heptamerón. Margarita se propuso seguir el modelo que Bocaccio había utilizado para escribir el Decamerón, es decir, diez personas, cinco mujeres y otros tantos hombres que se encuentran atrapados en un lugar de donde no pueden salir cuentan una historia cada uno durante diez días. Cuando la reina estaba enfrascada en la tarea le salió al paso la muerte y solo pudo escribir sus historias durante siete jornadas, 72 cuentos en total, de ahí el hepta.

La originalidad de la obra es que, mientras Bocaccio se burla de las mujeres, en el Heptamerón son las mujeres quienes se burlan de los hombres, algo muy novedoso en el siglo XVI, que convierte a Margarita en una escritora feminista avant la lettre. Hasta tal punto está considerada una mujer avanzada que Simone de Beauvoir la considera la escritora que mejor sirvió a la causa de su sexo.
La muerte de Francisco I en 1547 le sumió en una profunda tristeza, que aumentó cuando en 1548 su hija Juana se casó con Antonio de Borbón, candidato al que ella se oponía.
Murió en Odos el 12 de diciembre de 1549, víctima de una pleuresía. A pesar de sus simpatías luteranas, fue enterrada en la catedral de Lescar, en Pau. Valentine Denisot, poeta contemporánea suya, le dedicó el siguiente epitafio: “Décima de las Musas y cuarta de las Gracias, ilustre de reyes hermana al par que esposa, la que fue Margarita aquí yace.”
Obras: El diálogo (1525), Espejo del alma pecadora (1531), La Margarita de la Margarita de las princesas (1547), Las prisiones de la reina de Navarra (1547), Heptamerón.
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