Margarida Cadell

De Margarida Cadell solo se conoce que fue una noble catalana, esposa de Guillermo Cadell, miembro de una de las familias más poderosas e importantes de caballeros del siglo XIII en los feudos de Cerdeña y que murió hacia 1308. Muy noble y poderosa hubo de ser para que a su muerte le dedicaran una lápida sepulcral tenida como uno de los ejemplos más notorios de la iconografía ritual funeraria bajomedieval.

Lápida sepulcral de Margarida Cadell. MNAC

Según Elena Joven Fernández, que ha estudiado dicha lápida, encontrada en la antigua iglesia de Santa María de Puigcerdà, se trata de una «placa de alabastro parduzco en cuya parte central encontramos un altorrelieve policromado con una escena de entierro, rodeada, a su vez, por un marco que encierra varias inscripciones y diferentes blasones familiares. La finalidad que adquiere, junto con la iconografía funeraria que la acompaña, es, por un lado, reflejar el deseo del hombre de perpetuar su memoria post mortem y, por otro lado, evidenciar la profunda religiosidad del hombre medieval, asimilada como homo viator, es decir, en camino hacia la eternidad«.

La lápida sepulcral de Margarida Cadell, lo único que nos habla de ella, se expone en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. En ella, aparece vestida con el hábito de la orden franciscana y trasladada al sepulcro por dos frailes con el mismo hábito franciscano, un sarcófago decorado con arcos ojivales. La abundancia del acompañamiento y de los blasones familiares expresan la importancia de la difunta y de su familia. Como advierte Joven Fernández, «aunque el carácter igualitario de la muerte alcanza a todos los seres humanos, se puede comprobar que en la Edad Media se muere según la condición terrenal y se es enterrado según la misma en un orden admitido por todos«.

Fuente: Tesoros Hispánicos de la Liturgia Medieval. Elena Joven Fernández

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