Luisa de Morales (1654) era hija de Juan de Valdés Leal y de su esposa, Isabel de Morales Carrasquilla, pintores ambos. Como tantas otras mujeres, hijas, esposas, parientes de hombres ilustres, su nombre permanece en la sombra del olvido. Si acaso, se la menciona de pasada como grabadora.

Sin embargo, Luisa no solo colaboró en el taller de su padre, también llegó a tener obra personal, tres ilustraciones del libro de Fernando de la Torre Farfán Fiestas de la S. Iglesia metropolitana, y patriarcal de Sevilla, al Nuevo Culto del Señor Rey S. Fernando el Tercero de Castilla y de León, en el que también intervinieron Murillo, Herrera el Mozo, el propio Valdés Leal.
Luisa tenía 18 años cuando se casó con Felipe Martínez, pero a los tres años pidió la nulidad matrimonial y volvió al hogar paterno, con la hija que había tenido en ese tiempo. Tuvo otra hermana, María de la Concepción Valdes, también pintora y retratista, especializada en miniaturas, que acabó monja en el monasterio cisterciense de San Clemente de Sevilla, donde murió en 1730.