Llegará un tiempo, quizá no lejano, que habrá que explicar lo que era un periódico de papel, qué era un quiosquero o un vendedor de periódicos. Por si acaso, en Cáceres han erigido un monumento a Leoncia Gómez, que voceaba y vendía el periódico por la calle.
Leoncia había nacido en 1903 en Valencia de Alcántara. Recién nacida fue abandonada en la puerta de la iglesia, de donde la recogió un matrimonio que la adoptó como hija. Todavía adolescente llegó a Cáceres y se empleó como criada en casa de un abogado en la plaza de San Juan. Allí permaneció durante 50 años hasta su jubilación.
El director de El Periódico Extremadura propuso al abogado que Leoncia vendiera el periódico por las calles, tarea que ella desempeñó de buen grado durante nueve años, entre 1966 y 1975, voceando a diario las noticias al final de la calle Pintores, junto a la plaza de San Juan. En el lugar donde ahora se alza una escultura que recuerda a Leoncia y a quienes, como ella, contaban las noticias a viva voz para animar a la compra del periódico.