Las mujeres del mar es un óleo de Gustavo de Maeztu pintado en 1916.
Sobre él escribió el periodista y crítico de arte José Francés, amigo de Maeztu: «Estas mujeres resumen toda la humanidad femenina y marinera del mundo, esperando juntas, silenciosas, hurañas e inactivas, en un éxtasis feroz y angustioso, de espaldas al poblado oriniento de lluvia, abrumado de cerros negros y cielo plúmbeo. Su sino fue siempre esperar. El hábito de aguardar las domó los nervios y las acostumbró al silencio y las agudizó la mirada que el horizonte imantó. Y sus rostros, que olvidaron la sonrisa, sus cuerpos, que ya no sienten la lluvia ni el cansancio, parecen inmovilizados en piedra, con esa grandeza estatuaria de las únicas esculturas que los hombres debían alcanzar en sus ciudades: símbolos del amor, del dolor y del trabajo«.