La confrontación entre la misoginia y el derecho a la igualdad de las mujeres es un combate que arranca de lejos. La querella de las mujeres como debate literario y académico nace en Francia en el siglo XIV, se extiende por toda Europa y alcanza hasta la revolución francesa en el XVIII. En esencia, la discusión confronta dos teorías: la de quienes creen en la inferioridad natural de las mujeres y la de quienes defienden que mujeres y hombres son iguales en su naturaleza y es en la educación y la socialización donde se establecen las diferencias.
Heredero de este debate será The women question (La cuestión de las mujeres), ya en el siglo XIX, el movimiento extendido por Estados Unidos, Canada, Rusia y Gran Bretaña, que cuestiona el papel asignado a las mujeres en aspectos como el sufragio, los derechos legales, laborales, reproductivos o de sufragio.
La primera mujer en intervenir públicamente en la querella es la francesa Chistine de Pizan (1364-1430), filósofa, humanista, poeta, políglota, que en 1405 aporta al debate su obra La ciudad de las damas, considerada precursora del feminismo. Viuda a los 25 años, con tres hijos y otros familiares a su cargo, logra mantenerse y mantener a todos ellos con el producto de sus trabajos literarios, como escritora profesional. Dedicó a Margarita de Borgoña, esposa del delfín Luis de Valois, el Libro de las tres virtudes (1406) donde le aconseja lo que debe aprender y cómo debe comportarse.
Es considerada una escritora protofeminista. Su obra mereció los elogios de Simone de Beauvoir quien en su libro El segundo sexo dejó escrito que Pizan es la primera mujer que toma su pluma en defensa de su sexo.
¿Alguien de los aquí presentes conocía la obra y méritos de la señora Pizan? Pues como eso, todo.
pues la leí hace un par (o más) de años, por una de esas obsesiones que me dan de vez en cuando… de hecho, la leí traducida al italiano, porque no encontraba su ciudad de las damas traducida al castellano, y en italiano todavía leo más o menos bien… y la verdad es que aunque me costó leérmelo (porque entre el estilo, que no es el que suelo leer, y que era en italiano, que se me da bien, pero no tanto como el castellano, admito que me costó entrar en el libro), la verdad es que me encantó el repaso a mujeres ejemplares que da la Pizan, y como lectora feminista que soy, no podía no leerla, no?…
además, este año que, para celebrar mis casi cuarenta años, me releí el segundo sexo de la Beauvoir, me hizo ilusión encontrarla…
y ahora me ha hecho ilusión encontrármela en tu nuevo blog!!
así que un placer, como siempre, y un abrazo!!