Giuseppina Strepponi (1815-1897) era hija de un organista y compositor, consiguió fama muy joven como cantante de ópera, la soprano más famosa de Italia. Interpretó obras de Donizetti, Rossini, Bellini o Verdi… Era ya famosa cuando conoció a Giuseppe Verdi, a quien ayudó a acceder a la Scala de Milán y a darse a conocer.

En la década de 1830 tuvo al menos dos hijos que fueron reconocidos por Napoleone Moriani, un tenor amigo suyo, y recogidos en instituciones públicas. La muerte de su padre la convirtió en cabeza y sostén de su familia y le obligó a mantener una actividad excesiva que acabó perjudicando a su voz. Tenía solo 30 años cuando abandonó la escena. En París ejerció como profesora de canto. Mantuvo una larga relación sentimental y una no menos amplia correspondencia con Verdi, con quien se casó en 1859.