Francisca Bartolozzi Sánchez (Madrid, 6 de septiembre de 1908-Pamplona, 8 de noviembre de 2004), conocida como Francis o Pitti, fue una mujer moderna, adelantada a su tiempo. Pintora, ilustradora, escenógrafa, escritora y figurinista triunfó en una España que se abría a las corrientes culturales modernas. Es testigo de los cambios y vicisitudes ocurridas lo largo del siglo XX.
Francis era hija del dibujante Salvador Bartolozzi y de su esposa, Angustias Sánchez. Desde muy niña demostró una destreza y afición por el dibujo. El periodista Tomás Borrás escribió sobre ella en ABC en 1931, que estaba emparentada con Pinocho, aludiendo a la herencia artística recibida. Estudió el bachiller en el Instituto Escuela de la Institución Libre de Enseñanza, antes de ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Aquí coincidió con Pedro Lozano de Sotés, que habría de ser su marido, y entabló amistad con las pintoras Maruja Mallo, Delhy Tejero y Remedios Varo. Todavía estudiante obtiene el segundo premio de carteles del Club Alpino de Madrid.

Influida por su padre, en 1930, antes de terminar la carrera ya había empezado a dibujar para la Editorial Calleja, ilustrando las Aventuras de Pinocho de Carlo Collodi.
Entre 1930 y 1938 trabaja en la revista Crónica, donde también colabora Elena Fortún. Francis crea cuentos e historietas infantiles con personajes como Canita y su gata Peladilla, El pájaro don Chiflo, Don Tanquitos, La Bruja Pirulí. También trabaja como dibujante en el suplemento Gente Menuda de Blanco y Negro. Al tiempo, frecuenta las tertulias del Lyceum Club y en 1931 impulsa el Primer Salón de Dibujantas.











En 1932 colabora con el teatro de las Misiones Pedagógicas dirigido por Alejandro Casona. Al año siguiente se casa con el pintor Pedro Lozano, con quien realiza trabajos en común, algunos de ellos firmados únicamente por él. Entre 1934 y 1936 ambos hacen los decorados de la obra de Salvador Bartolozzi Aventuras de Pipo y Pipa, adaptadas por Magda Donato, representado en el teatro Infanta Isabel de Madrid; de Divinas Palabras de Valle Inclán, sobre dibujos de Castelao, para la compañía de Margarita Xirgu; Canciones y La zapatera prodigiosa de García Lorca, para la compañía de la Argentinita; también para otras del teatro experimental de la compañía de Rivas Cherif.


En este tiempo se definen los intereses y recursos estéticos de Francis, el mundo infantil y el mundo rural, que expresa mediante un dibujo libre y expresionista de brillante colorido e imagen surrealista.



Tras la sublevación militar de 1936, Francis trabajo en El Altavoz del Frente, primero en Madrid y luego en Valencia. Sus seis grabados sobre Pesadillas Infantiles, en los que plasma la visión de los niños sobre la guerra, se exponen en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de ese año. En esos años dibuja temas familiares y de milicianos, que son expuestos en Barcelona en el año 1938 y volverán a serlo tras la llegada de la democracia en exposiciones individuales y colectivas de Barcelona, Madrid, Berlín, Pamplona y Cáceres.






Al término de la guerra civil Francis y Pedro se trasladan a Pamplona, de donde es oriundo el marido, donde nacerán sus cuatro hijos: Pedro, Rafael, Marisa y María del Mar. La artista libre y moderna vivirá un exilio interior, dedicada a sus compromisos familiares, que compagina con trabajos artísticos, no siempre reconocidos públicamente. Entre 1959 y 1975 escribirá semanalmente una charla que acompañará con un dibujo, y creará nuevos personajes: “El Capitán Trompeta y el Marino Trompetín”. También escribe y dibuja cuentos infantiles y hace ilustraciones para la revista Bazar de Madrid y para otras editoriales. Así, ilustra el libro de lecturas de la pedagoga Aurora Medina, Can y Me.


De nuevo en colaboración con su marido, y no siempre con la firma de ella, hace escenografías para el teatro Gayarre de Pamplona. También imparte clases, pinta murales en guarderías, colegios, ermitas, iglesias y residencias privadas, carteles, figurines, logotipos comerciales, etc.
La recuperación de la democracia supone para Francis una etapa de emancipación artística. Libre de prejuicios sociales y de cargas laborales, despliega de nuevo su personal y rico universo, realizando nuevos trabajos con la marca de su fantasía e imaginación.






En 1999, el Museo de Navarra organiza una exposición antológica de su obra. Al año siguiente se celebra otra en la Sala de Cultura Juan Bravo de Madrid. El Museo de Navarra y el Museo Nacional Reina Sofía, así como numerosas colecciones particulares, poseen obras suyas. Por su formación, por su pertenencia a la vanguardia española de preguerra, por sus influencias de Picasso, Miró, Chagall o Tàpies algunos estudiosos la consideran la primera referencia femenina del arte navarro del siglo XX.




Fuentes: Lozano Bartolozzi, María del Mar
Museo de Navarra
Fotos: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Museo de Navarra