Dolors Aleu i Riera (Barcelona, 3 de abril de 1857-18 de febrero de 1913) pertenece a la especie de las pioneras: fue una de las primeras mujeres en doctorarse en Medicina. Especializada en Ginecología y Pediatría, dedicó su vida al ejercicio de su profesión y a mejorar las condiciones higiénicas y sanitarias de las mujeres.
Dolors pertenece a la generación minoritaria de mujeres que accede a la Universidad sin necesidad de disfrazarse de hombre, como le había ocurrido mediado el siglo XIX a Concepción Arenal. No han de disfrazarse pero necesitan permisos excepcionales para examinarse y obtener sus titulaciones. Aleu ingresa a los diecisiete años en la Facultad de Medicina de Barcelona. En 1879 había aprobado todas las asignaturas de la carrera pero las autoridades académicas, reticentes a la presencia de mujeres en las aulas universitarias, tardarían dos años en autorizarle el examen de licenciatura, que finalmente superó en abril de 1882 con la calificación de sobresaliente.
Se trasladó entonces a Madrid para preparar su doctorado, que versó sobre La necesidad de encaminar por nueva senda la educación higiénico-moral de la mujer y que leyó el 6 de octubre del mismo año. Por esos días se doctoraba también Martina Castells, ellas son las primeras españolas doctoras en Medicina. Se especializó en Ginecología y Pedriatría. Escribió textos divulgativos dirigidos a la formación y a la mejora de las condiciones de vida de las madres: Consejos a una madre sobre el régimen, limpieza, vestios, sueño, ejercicio y entretenimiento de los niños.
Esta inquietud por la formación de la mujer en hábitos de higiene la llevó a simultanear el ejercicio de la medicina con la docencia. Impartió clases de Higiene Doméstica en la Academia para la Ilustración de la Mujer en la Rambla de Canaletas de Barcelona. Casada con Camilo Cuyás, el matrimonio tuvo un hijo que falleció joven, mientras estudiaba Medicina.
Tuvo consulta propia durante 25 años. En ella atendía a las mujeres de la burguesía catalana pero también a mujeres de las clases más desfavorecidas -prostitutas, madres solteras- entre quienes era muy conocida y apreciada.
En las dos últimas décadas del siglo XIX solo dieciséis mujeres consiguieron finalizar sus estudios en las universidades españolas, la mitad de ellas optaron por Medicina y otras se decantaron por Ciencias o Farmacia. En la actualidad, más de la mitad de los profesionales médicos son mujeres, a pesar de lo cual apenas el 20% desempeñan labores de gestión o de responsabilidad. El salario medio de las médicas es un 23% inferior al de sus compañeros médicos.