Concepción Aleixandre (Valencia, 1860-1952) fue una de las dos primeras mujeres -la otra fue Manuela Solís- en licenciarse en la Facultad de Medicina de Valencia, hecho que ocurrió el 18 de junio de 1889, después de haber obtenido el título de maestra en 1883. Fue la novena mujer en obtener la licenciatura en Medicina en España. Especializada en Ginecología, en 1891 fue rechazada como miembro de la Sociedad Ginecológica Española por su condición de mujer. Tuvo que esperar a 1904, siendo entonces la primera mujer en lograrlo.
El mismo año que era rechazada por la Sociedad Ginecológica presentaba una comunicación en el Primer Congreso Médico Farmacéutico, sobre infecciones uterinas. En 1985 ingresa como médica titular en el Hospital de la Princesa y en la Maternidad e Inclusa de la Beneficencia Provincial de Madrid, donde abre una consulta pública.
Toda su vida profesional estuvo dedicada a mejorar la situación sanitaria de la mujer, bregando para ello en las altas instancias médicas con propuestas específicas. En 1912 presentaba una comunicación en el Primer Congreso Español contra la Tuberculosis: Instituciones que podrían fundarse en España para alimentar higiénicamente a las mujeres encinta, a las madres que crían y a los niños menores de siete años. En 1928 fue nombrada presidenta honoraria de la Asociación de Médicas Españolas, que se había fundado ese año.
Además de su intervención en congresos y en organismos públicos -presidió el Comité Femenino de Higiene Popular- dedicó esfuerzos y energía a divulgar métodos preventivos para mejorar la salud de las mujeres, mediante conferencias, mítines y colaboraciones en revistas especializadas: mantuvo una sección de divulgación sobre higiene femenina en la revista Medicina Social Española.
Todo ello sin abandonar la necesaria investigación científica que en 1910 le permitió patentar un sistema para corregir el descenso de la matriz. La patente nº 47.109 consistía en dos sistemas de pesarios fabricados en aluminio y niquel, dotados de un sistema de muelles para adaptarse a cada caso clínico.
Conocedora en carne propia de los muros que levantaban los hombres para impedir la entrada de las mujeres en los órganos de representación y gestión profesionales, en junio de 1914 fue una de las firmantes, junto a Pérez Galdón o Blanca de los Ríos, entre otros, para que Emilia Pardo Bazán fuera elegida académica de la Lengua.
Concepción Aleixandre fue, sin duda, una científica avanzada a su tiempo, comprometida con la sanidad pública y con la salud de las mujeres, reconocida por las organizaciones profesionales. Sin embargo, si introduces el apellido Aleixandre en el buscador Google te aparecerán cientos de entradas referidas al poeta Vicente Aleixandre, su vida, su obra, sus amores, sus amigos, sus herederos, las vicisitudes de su casa. Nada sobre Concepción Aleixandre. De donde cabe deducir que te llames como te llames, hagas lo que hagas, si eres mujer serás ignorada, lo que no le ocurrirá a cualquier hombre, llámese como quiera, cualquier cosa que haga.
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