Bernarda Tavira Cerón fue una rica y aristocrática dama vasca, que a finales de la década de 1780 fue retratada nada menos que por don Francisco de Goya. Tenía a la sazón unos 60 años y hacía una veintena que era viuda de Francisco Adán de Yarza, con quien había tenido tres hijos, uno de ellos muerto de niño.
Bernarda posa de frente, con la sencillez de quien todo lo que porta le resulta natural: los bordados del tocado, la gasa de seda del cuello, el satén del vestido y, sobre todo, las joyas que luce: diamantes al por mayor. El clavel rosa sobre el pecho simboliza el dolor por las muertes del hijo y el marido.

El lienzo forma parte del trío conocido como Los Goyas de Zubieta, que se exponen en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. En 1936 el Gobierno vasco las retiró del palacio familiar de Zubieta para protegerlos de los riesgos de la guerra civil y al año siguiente fueron evacuados a Francia, embalados en una sola caja. En 1942 se entregaron a su propietaria, María Adan de Yarza, refugiada en Francia, donde moriría en 1947. Hasta el 15 de septiembre pueden ser admirados en la sala W del Museo.